CAPÍTULO CINCO

Icono IDevice COMPONENTE ACADÉMICO-CONTEXTUAL - COMPONENTE TECNOLÓGICO-CULTURAL
Introducción
 
La acción formativa exige caracterizar el proceso educativo, su relación con la cultura y su papel en la sociedad del conocimiento, pues la educación como la cultura son base para la refundación de la sociedad, por configurar un elemento central para la inclusión social y el desarrollo de la civilidad, la formación de sujetos morales y ciudadanos protagónicos de su propia realización, mediante la gestión y la aplicación social del conocimiento.

A través de la historia, la educación ha sido el medio más utilizado para la reproducción de la cultura, considerada como conocimiento colectivo y conformada por una serie de prácticas y realizaciones como la ciencia, la tecnología, el arte, el deporte, la recreación y lógicamente, los modos de pensar, sentir y actual, así como las costumbres y todos los patrones de comportamiento individual y colectivo.

Por otra parte, la educación también cuestiona las creencias, los modos de vida, las estructuras sociales y culturales y retoma aquello que considera valioso para crear nuevas formas de pensar, sentir, actuar y cambiar los comportamientos individuales y colectivos.

En consecuencia, la educación tiene un juego dinámico, dialógico y dialéctico, porque por una parte reproduce y por la otra transforma la cultura. Así, incorpora a los individuos a la sociedad, mediante el proceso de socialización y a la vez vislumbra nuevos modelos de organización social, mediante la construcción de nuevos escenarios.

A partir de tal situación, la formación de las personas y de los profesionales de manera integral, está condicionada por los modelos y enfoques educativos que se adopten, en términos de la concepción que se asuma de la realidad, de la gestión del conocimiento, de la fundamentación de los proyectos de vida, de la calidad, aplicación y transferencia de los aprendizajes, para lo cual se requiere un conjunto de habilidades, destrezas, conceptos, actitudes y valores integrados en diferentes campos del conocimiento.

La integralidad de los modelos educativos, está íntimamente ligada con la integralidad de un desarrollo humano sostenible, que supere los desequilibrios económicos, sociales, políticos, ambientales y culturales, mediante la promoción y despliegue de las facultades del ser humano, a lo largo de toda la vida, de tal modo que contribuya de manera positiva a la construcción de condiciones reales de calidad de vida.