CAPÍTULO UNO
El comienzo de toda actividad humana, tiene en cuenta al individuo, al yo. No podemos escapar de esta realidad, por ello lo invitamos a que lea cuidadosamente el siguiente poema como una actividad inicial de reflexión para que luego podamos centrar nuestro trabajo:
SOLILOQUIO DEL INDIVIDUO(1)
Yo
soy el individuo.
Primero
viví en una roca
(Allí
grabé algunas figuras).
Luego
busqué un lugar más apropiado.
Yo
soy el individuo.
Primero
tuve que procurarme alimentos.
Buscar
peces, pájaros, buscar leña,
(Ya
me preocuparía de los demás asuntos).
Hacer
una fogata,
leña,
leña, dónde encontrar un poco de leña,
algo
de leña para hacer una fogata,
Yo
soy el individuo. |
Yo
soy el individuo.
Vi
que allí se hacían algunas cosas,
figuras
grababan en las rocas,
hacían
fuego, ¡también hacían fuego!
Yo
soy el individuo.
Me
preguntaron que de dónde venía.
Contesté
que sí, que no tenían planes determinados,
contesté
que no, que de allí en adelante.
Bien.
Tomé
entonces un trozo de piedra que encontré en un río
y
empecé a trabajar con ella, |
||||
fui
a un abismo lleno de aire;
me
respondió una voz:
Yo
soy el individuo.
Después
traté de cambiarme a otra roca,
allí
también grabé figuras,
grabé
un río, búfalos,
grabé
una serpiente.
Yo
soy el individuo.
Pero
no. Me aburrí de las cosas que hacía.
El
fuego me molestaba,
quería
ver más,
Yo
soy el individuo.
Bajé
a un valle regado por un río,
allí
encontré lo que necesitaba,
encontré
un pueblo salvaje, |
de
ella hice una parte de mi propia vida.
Pero
esto es demasiado largo.
Corté
unos árboles para navegar,
buscaba
peces,
buscaba
diferentes cosas,
(Yo
soy el individuo).
Hasta
que me empecé a aburrir nuevamente.
Las
tempestades aburren,
los
truenos, los relámpagos,
Yo
soy el individuo.
Bien.
Me
puse a pensar un poco,
preguntas
estúpidas se me venían a la cabeza.
falsos
problemas. |
||||
Llegué
a un árbol y a otro árbol;
llegué
a una fuente,
a
una fosa en que se veían algunas ratas:
aquí
vengo yo, dije entonces,
¿habéis
visto por aquí una tribu,
un
pueblo salvaje que hace fuego?
De
este modo me desplacé hacia el oeste
acompañado
por otros seres,
o
más bien solo.
Para
ver hay que creer, me decían,
Yo
soy el individuo.
Formas
veía en la oscuridad,
nubes
tal vez,
tal
vez veía nubes, veía relámpagos,
a
todo esto habían pasado ya varios días,
|
Luego
vinieron unas sequías,
vinieron
unas guerras,
tipos
de color entraron al valle,
pero
yo debía seguir adelante,
debía
producir.
Produje
tanagras,
di
luz a libros de miles de páginas,
se
me hinchó la cara,
construí
un fonógrafo,
la
máquina de coser,
alguien
segregaba planetas,
¡árboles
segregaba!
Pero
yo segregaba herramientas,
muebles,
útiles de escritorio,
Yo
soy el individuo. Se construyeron también ciudades,
|
¿Qué le recuerda? ¿Tiene algunos elementos que también le generan a usted inquietudes? ¿Alguna vez hemos reflexionado como lo hace el texto anterior? ¿Pensaría que tenemos oportunidades para mejorar todo de nuevo? ¿Podremos ser más optimistas?
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1 Santiago, Nascimento. 1954. Poemas y antipoemas.