Contexto Teórico

Contexto Teórico: 

 

El informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2003, menciona varias situaciones que generan desafíos internacionales. La crisis de Irak que dividió (divide) profundamente a la opinión pública, el implacable avance del VIH/SIDA y de otras enfermedades en todo el mundo, aparición de nuevos conflictos y hambrunas en África, renovada inestabilidad de algunas democracias en América Latina, los reveses económicos registrados en muchos de los Estados árabes y en algunas partes de Europa central, la bancarrota de Vietnam, el conflicto chechenio, la profunda crisis económica de Argentina y el conflicto árabe israelí.  La guerra, el hambre 3 , la pobreza, la degradación del medio ambiente, el analfabetismo, la escasa cobertura en educación, la falta de servicios domiciliarios básicos, el problema del agua potable, la muerte de niños por causas prevenibles, el irrespeto por los pueblos indígenas, la protección de los derechos de la mujer, los conflictos étnicos, la problemática de las minorías, la situación de refugiados y desplazados, la deuda externa, la corrupción, se suman a la lista de los grandes problemas mundiales.

Sumado a todo este panorama, tenemos el efecto de la globalización en la profundización de las diferencias entre los países ricos y los pobres: actualmente cincuenta y cuatro países son más pobres que en 1990 y "si se mantienen las tendencias actuales, la pobreza extrema será la forma de vida en esos países hasta finales del siglo XXIII". Todo no termina aquí. En las guerras actuales, el 90% de los que fallecen son civiles, fundamentalmente mujeres y niños, once millones de refugiados, entre 20 y 25 millones de personas internamente desplazadas y desastres naturales de grandes proporciones complementan la perspectiva internacional.

Este estado de cosas no es producto de la casualidad, sí de la causalidad. Muchos de los problemas enunciados, que aquejan hoy al mundo, tienen sus antecedentes en aspectos políticos, económicos y sociales relacionados con las relaciones de poder internacional. Así mismo, la situación actual de los derechos humanos en el ámbito internacional y nacional es producto de los acontecimientos históricos ocurridos dentro del marco de relaciones de dependencia económica, política, social e ideológica de los pueblos frente a los centros de poder. Ante este estado de cosas, el Curso académico de Constitución Política y Derechos Humanos, se propone como espacio de reflexión y debate ante la problemática que en Colombia alcanza la dimensión de conflicto social.

El curso se aborda, tomando como bases teóricas la teoría del conocimiento de Paulo Freire, sustentada en cinco principios claves, muy bien resumidos por Guiso citando al gran humanista latinoamericano 5 :

  •   Diálogo o Construcción dialógica. El diálogo se concibe como centro del proceso pedagógico, como la dinámica que, guiada por la razón, permite el encuentro entre las personas y de éstas con el mundo. El diálogo es,expresión de la historicidad, condición para el desarrollo de una cultura humanizante y fundamento de la sociedad. El diálogo es el encuentro de los humanos para la tarea común de saber y actuar. El diálogo es capacidad de reinvención, de conocimiento y de reconocimiento; es una actitud y una práxis que impugna el autoritarismo, la arrogancia, la intolerancia, la masificación. El diálogo y el lenguaje son el terreno en el que se otorgan significado a los deseos, a las aspiraciones, a los sueños y a las esperanzas, al posibilitar el intercambio de discursos y de conversaciones críticas cargadas de realidad y de posibilidad.

 

  • Reconocimiento y reinvención. El reconocimiento es la permanente conciencia crítica que permite al sujeto comparar, relacionar, tomar distancia, explorar, identificar, diferenciar, conceptuar. El reconocimiento se da también con el otro; es pensar con él, acerca de él, por esto el reconocimiento es la puerta de entrada al diálogo y al encuentro pedagógico. La reinvención tiene que ver con la posibilidad que tienen los sujetos de una práctica educativa dialógica y liberadora ya que facilita, por una parte, interpretar, significar, decir, expresar y por la otra de resolver, generar respuestas y poner, en la práctica, acciones alternativas. La reinvención está dirigida a la propuesta, al texto, a la práctica educativa, a las sociedades y al poder. Reflexionar críticamente las diferentes prácticas y la experiencia de los otros es comprender los factores sociales, políticos históricos y culturales de la práctica o experiencia que se quiere reinventar. Reinventar la sociedad es participar en la historia rehaciéndose a sí mismo. La recreación y reinvención del poder debe tocar necesariamente las maneras de producción, los desarrollos culturales y los modos de participación.
  •   Humanismo crítico, emancipador. La deshumanización es una expresión de la alienación y dominación, es la distorsión de la vocación de humanizarnos. La humanización, por el contrario, es un proyecto emancipador que exige procesos de transformación, de modificación de la realidad, siendo ésta una forma de experimentar lo que significa ser personas. Mujeres y hombres se arriesgan, se aventuran, se educan en el juego de la libertad. La vocación a la humanización se va constituyendo en la historia, en ella se crean los medios para llevarla a cabo; por eso la forma de asumir esta utopía varía en tiempos y en espacio. Este sueño humanista, se concreta en procesos de rupturas contra murallas reales y concretas del orden económico, político, social, ideológico y cultural, que nos están condenando a la deshumanización. El sueño es una exigencia o una condición que se va haciendo permanentemente en la historia que hacemos, y que nos hace y rehace; una utopía, que no sería posible si en ella faltase el deseo de libertad, metida en la vocación de humanización; si faltase, también, la esperanza sin la cuál no luchamos" .
  •   Realismo esperanzado. Según Freire "la verdadera realidad no es la que es sino la que puja por ser". El realismo esperanzado es un "imperativo existencial e histórico" necesario, pero no suficiente. La esperanza sola no transforma el mundo, pero no es posible prescindir de ella si se quiere cambiarlo. El proyecto de la esperanza es para Freire el cambio radical de la historia. Es eso que se quiere que exista y que se percibe cargado de posibilidades de ser, pero tenemos que hacerlo, que lucharlo, o no vendrá en la forma como lo queremos. La esperanza necesita de la práctica, de la acción para no quedar en un simple deseo. La esperanza necesita hechos para convertirse en realidad histórica.
  •   Actos de conocimiento. El verdadero diálogo reúne a los sujetos en torno al conocimiento de un objeto cognoscible que actúa como mediador entre ellos. Todo hecho de conocimiento en un proceso educativo procura, en la perspectiva freiriana, poder entender tanto el objeto como la comprensión que de él se tenga. El reto de la educación no consiste en acercarse con teorías que expliquen a priori lo que está sucediendo, sino descubrir los elementos teóricos enraizados en la práctica, haciendo surgir la teoría inherente a dichas actividades, para que la gente pueda apropiarse de las teorías que hay en sus propias prácticas. El acto de conocimiento implica para Freire "un movimiento dialéctico que pasa de la acción a la reflexión y de la reflexión de la acción a una nueva acción".

 

 

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Modulo Curso Constitución Política y Derechos Humanos