Lección 1: Evolución histórica de la psicología.

 

 

 

Versión inicial (2008) Claudia A. Paredes.

 

La evolución histórica de las ciencias del hombre, se divide entres etapas: la de la concepción clásica del hombre  (ciencia griega) la de la concepción cristiana (Teología  Patrística y medieval) y  la concepción moderna. En cada etapa se ha dado una concepción diferente del hombre, y se ha establecido una relación particular con el mundo  que ha generado una reflexión diferente una filosofía específica, la cual ha derivado en la construcción de una verdad  particular respecto de la realidad y del hombre mismo. En este proceso el hombre va tomando una posición frente al mundo y frente a si mismo.  

Para la etapa clásica la esencia del hombre esta determinada por la razón, el interés gira entorno  ha establecer la relación de este ser dotado de razón  consigo mismo y el mundo: el centro de interés es el cosmos  que refleja el orden anhelado, la belleza la armonía. 

El hombre busca comprender  los fenómenos físicos que se desarrollan entorno  a él, no se siente seguro frente a las interpretaciones que hace de el mismo y de su realidad, se considera subordinado a un nivel superior, la razón de sus acontecimientos provienen de los dioses a los hombres.

Observemos algunas concepciones típicas del concepto de alma o psique:

conceptos de psique

Las reflexiones logradas  desde esta perspectiva tenían un carácter “animista”, pues se percibía también al hombre como compuesto de dos sustancias en donde la inmaterial animaba a la material, la material era visible y la inmaterial invisible, esta podía entrar y animar al hombre dándole movimiento, cuando  salía le quitaba el movimiento; esta concepción es dualista: en donde la sustancia inmaterial ha recibido varios nombres: anima, elan vital, soplo vital, ru, alma, espíritu, psiquis.   

Esta concepción dualista se ha mantenido y se ha dividido en dualismo materialista  e idealista, el primero  afirma que es más importante para el funcionamiento del hombre la sustancia material, y el idealista afirma que la esencia del ser humano reside en lo espiritual. 

Esta concepción cosmo-céntrica en donde  la idea del cosmos  determinaba la concepción del hombre, se comprendía como parte del mismo, en una actitud Pasiva de contemplación, va desde platón hasta la edad media. La concepción cristiana busca integrar  la unidad del hombre con un destino trascendente. El pensamiento medieval se vuelve teocéntrico la fuente explicativa de todo esta también  fuera del hombre, un DIOS creador principio de la vida y de todos los acontecimientos propios de la vida del hombre. 

Citamos algunos planteamientos característicos de sus representantes: “Santo Tomas de Aquino: el principio de la actividad intelectual  al que llamamos alma, es un principio incorpóreo  y completamente sustancial. Este principio  llamado también mente o intelecto, puede actuar  sin que el cuerpo  desempeñe un papel intrínseco en la actividad. Nada puede actuar independientemente a no  ser que sea independiente”

Etapa moderna 

En la concepción moderna que parte desde el renacer científico, a partir del siglo xviii  se da una ruptura por el resurgimiento de una nuevo paradigma caracterizado por el sufrimiento de la ciencia, se le da prelación  a la individualidad del hombre, es un nuevo momento en donde se crea una visión  antropocéntrica, el hombre es el centro, la verdad procede  del hombre (descartes) 

“Descartes: que el calor y el movimiento de los miembros proceden del cuerpos, los pensamientos del alma” “Spinoza: paralelismo psicofísico. El orden y conexión de las ideas es el mismo que el orden y conexión de las cosas” 

Buscando una respuesta que integradora frente al dualismo  surge el paralelismo psicofísico y el interaccionismo; el paralelismo  afirma que el aspecto psíquico y físico tienen igual importancia para el funcionamiento del hombre y funcionan en forma paralela. En el interaccionismo las dos sustancias  se influyen en forma mutua. 

Hasta el siglo XIX el destino de las ciencias humanas esta vinculado  al de la filosofía. A través de la antropología filosófica que pretendía  estudiar al hombre en su totalidad, empieza a explorarlo como  ser social y a la vez como  un ser que emerge de la naturaleza. La filosofía se ve limitada en el abordaje de este ser tan complejo y real, se da la necesidad de ampliar la comprensión del mismo desde otras perspectivas epistemológicas. 

Inicialmente la filosofía se constituyo  como la madre de todas las ciencias poseedora absoluta del conocimiento que se caracterizaba por ser un metafísica espiritualista y dogmática, era de la representatividad 

Las ciencias humanas se independizan de la filosofía  como una rama autónoma del saber, permitiendo que el hombre entre en una nueva fase de desarrollo del conocimiento  caracterizada por una perdida del pensamiento ingenuo con relación  con relación así mismo, sus  obras y la naturaleza. Iniciándose un periodo de pensamiento critico, de duda,  y de desmitificación de la realidad. Dando lugar en  forma progresiva  al nacimiento del pensamiento científico. A partir del siglo XVII la conciencia es desde entonces el fundamento de la razón (descartes): como herramienta que permite conocer las cosas  y abre el camino al conocimiento puro de las cosas. 

Al comienzo del siglo XIX se pasa a la era de la positividad con Dilthey. El cual reconoce los aportes de Comte y Mill  al colocar el problema de la metodología de las ciencias humanas, siguiendo los criterios de las ciencias de la naturaleza, Dilthey muestra entre los métodos para acceder a estos dos tipos de ciencia. Plantea que las  ciencias humanas son irreductibles a las ciencias naturales.

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